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sábado, 11 de octubre de 2025

Prevención y detección oportuna del cancer

 Por un lado, implica la adopción de estilos de vida saludables (no fumar, dieta balanceada, ejercicio); por otro, se basa en la detección oportuna a través de pruebas de cribado o chequeos médicos periódicos. 



La gran mayoría de los cánceres son mucho más tratables—y a menudo curables—cuando se identifican en sus etapas iniciales, antes de que el paciente siquiera presente síntomas. Por ello, entender qué exámenes son necesarios, a qué edad comenzar y con qué frecuencia realizarlos, constituye una de las herramientas más poderosas que tenemos para reducir la mortalidad oncológica.Las guías de detección temprana están estructuradas por edad, sexo y factores de riesgo individual. Uno de los chequeos más universalmente recomendados y efectivos es el de Cáncer Colorrectal. Este tipo de cáncer a menudo comienza como pólipos benignos que tardan años en volverse malignos. La detección temprana busca extirpar estos pólipos antes de la transformación. Para la población con riesgo promedio, las directrices actuales indican comenzar el cribado a la edad de 45 años, continuando hasta los 75. Las opciones de chequeo varían en frecuencia: una colonoscopia completa suele recomendarse cada 10 años, mientras que las pruebas de sangre oculta en heces (como FIT) deben realizarse anualmente.En el caso de las mujeres, el chequeo se centra en el Cáncer de Mama y el Cáncer Cervical. Para el Cáncer de Mama, la mamografía es la herramienta principal. Se recomienda que las mujeres con riesgo promedio comiencen a realizarse mamografías anuales a partir de los 40 o 45 años. A partir de los 55 años, pueden optar por continuar anualmente o pasar a un chequeo cada dos años, siempre y cuando su estado de salud general lo permita. En cuanto al Cáncer Cervical, el cribado comienza entre los 21 y 25 años mediante la prueba de Papanicolau (citología) y, posteriormente, la prueba del Virus del Papiloma Humano (VPH). La tendencia es realizar una prueba de VPH sola o una co-prueba (VPH y Papanicolau) cada cinco años, prolongando la detección hasta los 65 años si los resultados previos han sido normales.Finalmente, existen exámenes que dependen fundamentalmente del historial y los hábitos del paciente. El cribado de Cáncer de Pulmón se recomienda anualmente para adultos entre 50 y 80 años que tengan un historial de tabaquismo significativo (un historial de 20 "paquetes-año") y que actualmente fumen o hayan dejado de fumar en los últimos 15 años. Esta prueba se realiza mediante una tomografía computarizada de baja dosis (TCBD). Respecto al Cáncer de Próstata, para los hombres, el cribado mediante la prueba de Antígeno Prostático Específico (PSA) y el examen rectal digital es opcional y debe ser una conversación entre el paciente y el médico, comenzando usualmente a los 50 años (o a los 45 si tienen factores de riesgo, como ser afroamericano o tener un familiar directo diagnosticado a edad temprana).En resumen, la programación de chequeos para la prevención del cáncer no es una tarea universal, sino un plan de salud personalizado que se actualiza con la edad. La clave está en no esperar la aparición de síntomas, sino en seguir proactivamente las guías médicas establecidas para los cánceres más prevalentes, asegurando que cualquier anomalía sea detectada en el momento óptimo para una intervención exitosa.

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