El alto riesgo de contagiarte por el parásito de los gatos en el embarazo
La infección por toxoplasmosis se le puede pasar a un feto si la madre resultó infectada durante el embarazo.
La infección se propaga al feto a través de la placenta. La mayoría de las veces, la infección es leve en la madre. La mujer puede no ser consciente de que tiene el parásito. Sin embargo, la infección del feto puede ocasionar graves problemas. Los problemas son peores si la infección se produce a comienzos del embarazo.
Síntomas
Hasta la mitad de los fetos que resultan infectados con toxoplasmosis durante el embarazo nacen antes de tiempo (prematuramente). La infección puede causar daño a los ojos, el sistema nervioso, la piel y los oídos del bebé.
Con frecuencia, hay signos de infección en el bebé al nacer. Sin embargo, es posible que los bebés con infecciones más leves no tengan síntomas ni problemas durante meses o años después del nacimiento. Si no reciben tratamiento, la mayoría de los niños con esta infección desarrollan problemas en la adolescencia. Los problemas oculares son comunes.
Los síntomas pueden abarcar:
Esplenomegalia y hepatomegalia
Vómitos
Daño ocular a raíz de la inflamación de la retina u otras partes del ojo
Problemas de alimentación
Hipoacusia
Ictericia (piel amarilla)
Bajo peso al nacer (restricción del crecimiento intrauterino)
Erupción cutánea (puntos rojos diminutos o hematomas) en el nacimiento
Problemas de visión
El daño al cerebro y al sistema nervioso puede fluctuar de muy leve a grave y puede abarcar:
Convulsiones
Discapacidad intelectual
Pruebas y exámenes
El médico examinará al bebé. Éste puede tener:
Hepatomegalia o esplenomegalia
Piel amarilla (ictericia)
Inflamación de los ojos
Líquido en el cerebro (hidrocefalia)
Inflamación de la ganglios linfáticos (linfadenopatía)
Tamaño grande de la cabeza (macrocefalia) o tamaño más pequeño de lo normal (microcefalia)
Los exámenes que se pueden hacer durante el embarazo abarcan:
Examen de sangre fetal y del líquido amniótico
Título de anticuerpos
Ecografía abdomina
Después del nacimiento, al bebé se le pueden hacer los siguientes exámenes:
Estudios de anticuerpos en sangre del cordón umbilical y líquido cefalorraquídeo
Tomografía computarizada del cerebro
Resonancia magnética del cerebro
Exámenes neurológicos
Examen oftálmico estándar
Examen para detectar toxoplasmosis
Tratamiento
La infección en la madre embarazada se puede tratar con espiramicina.
La infección fetal (diagnosticada durante el embarazo) se puede tratar con pirimetamina y sulfadiazina.
El tratamiento de los bebés con toxoplasmosis congénita casi siempre incluye pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina durante un año. En algunas ocasiones, a los bebes también se les suministran esteroides si su visión está amenazada o si el nivel de proteínas en el líquido cefalorraquídeo es alto.
Expectativas (pronóstico)
El desenlace clínico depende de la magnitud de la enfermedad.
Posibles complicaciones
Las complicaciones pueden incluir:
Hidrocefalia
Ceguera o incapacidad visual seria
Discapacidad intelectual grave u otros problemas neurológicos
Cuándo contactar a un profesional médico
Llame a su proveedor de atención médica si está embarazada y cree que está en riesgo de infección. (Por ejemplo, la infección por toxoplasmosis se puede transmitir a partir de gatos si usted limpia la caja de desechos). Llame a su proveedor si está embarazada y no ha recibido cuidados prenatales.
Prevención
A las mujeres gestantes o que estén planeando quedar embarazadas se les puede hacer un examen para determinar si corren el riesgo de una infección.
Las mujeres embarazadas que tienen gatos como mascotas pueden estar en mayor riesgo. Deben evitar el contacto con heces de gatos o elementos que pudieran estar contaminados por insectos expuestos a dichas heces (cucarachas, moscas, etc.).
Igualmente, cocine muy bien la carne y lávese las manos después de manipular carne cruda para evitar contraer el parásito.
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