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miércoles, 17 de diciembre de 2025

Alerta en Mexico: El peligro invisible en la leche adulterada

En las últimas semanas, se ha destapado una red de fraude alimentario en el estado de Guanajuato que ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias.



 No se trata solo de un robo de mercancía; es una forma de crimen organizado que pone químicos peligrosos en el vaso de leche de tus hijos.

Aquí te explicamos qué está pasando, qué sustancias están usando y cómo puedes proteger a tu familia.

El "Coctel" del Fraude: ¿Qué le están poniendo a la leche?

Para ocultar que la leche es robada, está rebajada con agua o que ya comenzó su proceso de descomposición, los delincuentes utilizan sustancias que jamás deberían ser ingeridas de esta forma:

 Agua Oxigenada (Peróxido de Hidrógeno): La usan para frenar el crecimiento bacteriano en leche que no ha sido refrigerada. Su consumo puede causar irritación severa en el sistema digestivo.

  Bicarbonato y Sustancias Alcalinas: Sirven para "engañar" al paladar y al olfato, ocultando la acidez de la leche que ya se está cortando.

 Sal y Almidones: Se añaden para recuperar la densidad y el peso después de haber estirado la leche con agua.

El riesgo es real: Los niños son los más vulnerables, ya que su sistema renal y digestivo no está preparado para procesar estos contaminantes químicos.

Guía rápida: ¿Cómo identificar leche sospechosa?

Aunque los químicos suelen ser invisibles, existen señales que pueden ayudarte a detectar si el producto es de baja calidad o ha sido manipulado:

1. Observa el color y la textura

La leche pura tiene un color blanco cremoso. Si notas un tono azulado (muy aguada) o amarillento, o si al servirla ves grumos pequeños que se quedan pegados al vaso, desconfía.

2. La prueba del hervor

Si al poner a hervir la leche esta se corta instantáneamente, presenta una espuma excesiva con olor extraño o deja un residuo arenoso en el fondo de la olla, es muy probable que contenga neutralizantes o almidones.

3. El rastro del empaque

La leche adulterada suele venderse en:

 Bolsas o envases sin etiquetas claras.

 Puntos de venta informales a precios sospechosamente bajos.

  Envases con sellos de seguridad violados o manipulados.

¿Qué podemos hacer como consumidores?

La mejor defensa es la prevención. Aquí tres pasos clave:

  Compra en lugares establecidos: Evita adquirir lácteos en camionetas informales o puestos que no garanticen la cadena de frío.

  Verifica los sellos: Asegúrate de que los empaques de cartón o plástico estén perfectamente sellados y cuenten con registro sanitario.

 Denuncia: Si detectas un sabor metálico, jabonoso o químico, no la consumas y reporta el lote a las autoridades de salud locales o a la COFEPRIS.

Conclusión

La alimentación de nuestras familias no debe ser un negocio para el crimen. Mantenerse informado es la primera línea de defensa contra el fraude alimentario. Comparte esta información con otros padres de familia en Guanajuato.

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